¡Gracias Señor!

¡Gracias Señor! - Diciembre 2019

Por:  Angelo A. Guevara Bermúdez. Doctor en Teología e Ingeniero en Sistemas.

A lo largo de mi vida he tenido momentos donde he tenido la dicha de encontrarme con Dios a quien profeso profundo amor y agradecimiento. Su presencia es para mí un verdadero regalo y un tesoro que espero seguir cultivando desde lo más profundo de mi alma.

También he tenido momentos en los que, por diversas razones, me he alejado de Él más sin embargo siempre he sabido que debo regresar a su redil donde, si le veo desde lo más interior de mi ser, me encuentro en casa y donde sé que él mora. Regresar a ese lugar interior donde Su Silencio y mi conversión se interceptan para, de esa manera, transformar mi vida.

Dios mora en nuestro interior y en ese sitio donde sólo puede habitar Él en Su Silencio. Ademas, Dios nos habla en ese idioma sin palabras que solo Él habla y que solo los seres humanos entendemos.

Realmente más que mi Creador, Dios es mi confidente y el amigo en quien puedo confiar todos mis logros, alegrías y todos mis temores e iniquidades. Para mí, Dios es todo en todo.

Gracias Señor por:

  • Crearme y amarme como lo haces (cfr. 1 Jn. 4:7-9).
  • Mostrarme como debo servir a los demás; en especial, tomando siempre en cuenta las bienaventuranzas (cfr. Mt. 25:35).
  • Perdonarme cada vez, y a pesar, que mi mirada se aleja de ti (cfr. 7:18-19).
  • Colocar personas en mi camino en las que puedo confiar y en las que puedo ver tu reflejo y tu presencia.
  • Mostrarme como debo ser testigo tuyo y dar testimonio de tu amor (1 Cor. 9:16).
  • La esposa, hijos, familia y amigos que tengo.
  • Inspirarme a ser discípulo tuyo (cfr. Mt. 28:19).
  • Estar en cada momento de mi vida.
  • Mostrarme como debo ser imagen y semejanza tuya (cfr. Mt. 5; 25:35).
  • Ayudarme a decantar y depurar todo lo que es nocivo para mí.
  • Hablarme en tu Silencio (cfr. Mt 6:9; 1. Sam. 3:9-11).

Ojalá que cada uno de ustedes puedan encontrarse con Dios y dedicarles algunas de estas frases. Cada día es una buena oportunidad para agradecer y decirle a Dios lo importante que es en nuestras vidas.

Gracias Señor por todas y cada una de las cosas que tengo, experimento y vivo. Solo te pido que me continúes acompañando, guiando e iluminando mi caminar con Tu Lámpara (cfr. Sal. 119:115). Ansío hacer tu Voluntad Señor.

Ayudame Señor a optar por hacer silencio para entonces poder escuchar Tu Voz. ¡Te amo Señor!.